domingo, 3 de febrero de 2008

EL SEÑOR DE LOS ANILLOS, EL RETORNO DEL REY


La historia comienza con un recuerdo de cómo el hobbit Smeagol llegó a poseer el Anillo de Poder, matando a su amigo Déagol que lo había encontrado en el fondo de un río (a donde cayó muchos años antes, como se vio en la primer película, cuando unos orcos asesinaron a Isildur, quien había matado a Sauron y había conservado el Anillo). A partir de entonces se continúa el relato en donde se dejó mientras Gollum lleva a Frodo y Sam a través de la entrada cercana a Minas Morgul, en donde ven a sus ejércitos partir a la guerra.
Luego de la victoria en la
Batalla del Abismo de Helm, una compañía de soldados de Rohan, junto a Gandalf, Aragorn, Legolas , Gimli y Éomer se dirigió hacia Isengard, la ciudadela de Saruman desde donde había partido el ataque. La encontraron completamente destruida por los Ents, y se volvieron a reencontrar con Merry y Pippin. Entre las ruinas de la ciudad, Pippin encontró el palantir de Saruman, que Gandalf rápidamente tomó bajo su custodia (en la version extendida DVD, hay una escena eliminada cuando se muestra a Saruman y a Grima. Gandalf rompe la vara de Saruman y el rey Théoden invita a Grima a regresar a Rohan. Saruman se burla de Grima, y este, lleno de ira, coge una daga que tenia escondida y lo mata. Legolas por error lanza una flecha que le cae a Grima y los dos mueren. Se ve a Saruman cayendo desde la terraza de la torre y cuando llega al suelo se le cae el Palantir que tenia escondido. Luego Pippin lo encuentra. Esto ocurre al final del libro cuando Frodo compañia regresan a la Comarca que esta bajo el mando de Saruman, pero esta historia fue eliminada para la película).
Luego de las celebraciones de la victoria, Pippin tuvo gran curiosidad por ver de nuevo la piedra, y se la quitó a Gandalf mientras dormía. Vio en ella el ojo de Sauron, quien intentó obtener información de él, aunque Gandalf logró intervenir rápidamente, sin que Pippin revele nada importante. Pippin, en cambio, sí llegó a ver algo importante: un árbol blanco. Gandalf entendió que se trataba del
Árbol Blanco de Minas Tirith, lo cual quería decir que Sauron planeaba atacar Minas Tirith. Gandalf partió inmediatamente a advertirles, y se llevó también a Pippin para protegerlo en la ciudad. Pero al llegar se encontraron al Senescal Denethor apenado por la muerte de su hijo preferido, Boromir, y completamente indiferente a todo lo demás. Sintiendose en parte responsable, ya que Boromir murió defendiéndolo, Pippin se ofrece a Denethor como soldado.
Las fuerzas de Rohan se toman unos días para reunir a sus jinetes, para luego partir hacia Minas Tirith. Aragorn recibe una visita de
Elrond: su hija Arwen vio en un futuro que podría tener hijos con Aragorn y eso la decidió a quedarse en la Tierra Media, por lo que Elrond brindó su ayuda en la guerra reforjando la gran espada Narsil que había derrotado a Sauron en su momento. Con esta espada, Aragorn, Legolas y Gimli abandonan al resto del ejército de Rohan y se adentran en una caverna en donde mora el ejército de los muertos. Estos fantasmas habían prometido ayuda a Isildur pero no se la brindaron, por lo que tras su victoria sobre Sauron los maldijo para que aún después de muertos no tuvieran paz. Sólo si un día pagaban su deuda podrían hacerlo. Aragorn reclamó su ayuda, prometiendo como Rey de Gondor que consideraría su deuda cumplida.
Gollum, por su parte, logró hacer que Frodo desconfíe de Sam y lo aparte de su viaje, justo cuando lo hizo entrar al antro de
Ella-Laraña. Aún así, logró liberarse y atacar a Gollum. Gollum aseguró ser inocente, que el Anillo lo obligaba a hacer lo que hizo, y Frodo le dijo entonces finalmente para qué iba a Mordor: para destruirlo. Gollum volvió a atacar, pero cayó por un barranco. Ella-Laraña atrapó a Frodo luego de eso, pero fue ahuyentada por Sam. Sam creyó que Frodo estaba muerto por el veneno que le inyectaron y le quitó el anillo para continuar la misión, pero entonces llegaron unos orcos. Sam se escondió, y los orcos encontraron y se llevaron el cuerpo de Frodo, que comentaron que no estaba muerto sino sólo inconsciente por varias horas. Sam se infiltró en su fortaleza y lo liberó, y continuaron su viaje disfrazados de orcos.
Denethor envió a su hijo
Faramir en una misión destinada al fracaso, para que recupere un bastión de Minas Tirith conquistado por los orcos. Su grupo apenas regresó con vida, y Denethor enloqueció. Mientras el grueso de las fuerzas de Mordor avanzaban sobre la ciudad, Denethor fue junto a su hijo a quemarse vivo en una pira. Gandalf logró retirar a Faramir, que aún estaba vivo, de la hoguera, pero Denethor se incineró.
Las fuerzas de Mordor apenas si podían ser contenidas, y con el gran ariete
Grond tiraron abajo las puertas de la ciudad. Cuando ya su victoria parecía cercana, aparecieron en el horizonte los jinetes de Rohan, que volvieron a emparejar la situación. Luego Mordor tuvo poderosos refuerzos: un ejército de sureños (Haradrim) con elefantes de guerra, y con mucho esfuerzo se libraron de algunos.
Entonces aparecen también varios barcos piratas que Mordor esperaba, pero para su sorpresa de ellos bajaron Aragorn, Legolas y Gimli, que los habían tomado al abordaje. Con ellos venía el ejército de los muertos, que limpió los campos de Pelenor por completo: todas las clases de criaturas que Mordor había llevado a la guerra eran pulverizadas en segundos.
Sin embargo, antes de su llegada Theoden cayó de su caballo, mortalmente herido, y el rey de los Nazgul se preparaba para acabar con él. Eowyn lo retó, y el Nazgul aseguró que ningún hombre podría matarlo. Luego de que Merry le clavara un puñal, Eowyn se quitó el casco, revelando que no era un hombre sino una mujer, y con su espada acabó con el gran Nazgul.
Al terminar la batalla, el rey de los muertos reclamó a Aragorn cumplir su promesa de liberarlos. Gimli aconsejó no hacerlo, Mordor aún era un peligro y ellos eran muy útiles, pero Aragorn cumplió su promesa y consideró pagada su deuda. Los espectros desaparecieron.
Gandalf aseguró, durante una deliberación, que resistir los ataques era inútil, ya que Mordor era mucho más poderoso y finalmente prevalecería. Su única esperanza era que Frodo tuviera éxito en destruir el Anillo. La única forma en que podían ayudarlo era marchando hacia la
Puerta Negra, para mantener la atención de Sauron enfocada en ellos, y distraído ante la presencia de Frodo y el Anillo en su propio territorio. Todos los sobrevivientes marcharon a la Puerta Negra, y un mar de enemigos los rodeó.
Frodo y Sam llegaron finalmente al Monte del Destino, con Gollum acosándolos todo el tiempo. Pero, una vez junto al borde por donde Frodo podría tirar el anillo al fuego y destruirlo, finalmente sucumbió ante su poder y lo reclamó para sí mismo. Gollum entró entonces y, aunque Frodo era invisible, se le tiró encima y le mordió el dedo hasta sacarle el anillo. Entre los dos se lo disputaron al borde del abismo, y cayeron por él. Frodo se pudo agarrar del borde, pero Gollum y el Anillo cayeron a las llamas y fueron destruidos. La torre de Sauron se vino abajo, el gran ojo explotó, Mordor se hundió en el suelo y todos los orcos huyeron.
Gandalf rescató a Frodo y Sam de Orodruin(Monte del Destino)montando en el lomo de Gwúaihir, el Señor de los Vientos, y los hobbits recibieron honores en Gondor durante la coronación de Aragorn como rey. Luego volvieron a la Comarca, donde Sam se casó con Rosita. Frodo escribió sus memorias, y finalmente se embarcó a las Tierras Imperecederas junto a Bilbo, Gandalf, Elrond, Galadriel y los elfos restantes.

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